Sayo y Kiriyama comenzaron un juego estrictamente carnal por tiempo limitado. Sin embargo, un día Sayo se da cuenta de que sus sentimientos están cambiando. “Me temo que me enamoré de ti”, le confiesa. Lo que significa que el juego concluyó. Y así termina también la relación con Kiriyama. ¡O eso se suponía, porque…!